La industria TI es, sin duda, uno de los sectores más cambiantes: regularmente florecen nuevas tecnologías y pasan al olvido otras. Con tal ritmo, también se requiere de profesionales adecuadamente preparados para enfrentar las nuevas tendencias y abordar los retos que se presenten.
Para los ejecutivos TI se trata de seguir la corriente o quedar obsoletos y perder competitividad en el mundo laboral. Por lo mismo, existe una serie de certificaciones disponibles que les permiten comprobar que manejan ciertas competencias. Lo importante, es apuntar a las tecnologías o áreas de conocimiento más relevantes, que son las que mayormente demanda el mercado.
Puerta de entrada al mercado laboral para los profesionales del sector TI, las certificaciones permiten constatar objetivamente la posesión de competencias técnicas en ciertas áreas y, a la vez, obtener mejores salarios, entre un 10% y un 20% más, según estimaciones de la firma busca talentos IT Hunter.
Por ejemplo, durante la formación académica tradicional, un profesional TI aprende poco de ciertos lenguajes de desarrollo, mientras que una certificación en algunos de éstos podría significar una diferencia fundamental a la hora de ser elegido para un puesto de trabajo. Es decir, las certificaciones pueden ser un valor agregado para el currículum, pues combinan una buena dosis de práctica y conocimientos técnicos, los que quedan a la vez oficialmente acreditados, y permiten, además, que los profesionales orienten el desarrollo de su carrera a cierta área específica. Una inversión valiosa, que tiene una recompensa laboral, siempre y cuando esté enfocada correctamente.
«Hoy las tecnologías cambian tan rápido a nivel mundial, por ejemplo con la incorporación de la nube o las aplicaciones móviles, que las certificaciones son la única manera de confirmar que el profesional tenga las habilidades necesarias», señala Marcelo Solari, Gerente de Personas TI de Kibernum, firma especialista en suministro de profesionales TI.
No obstante, tanto head hunters, como instituciones de educación, empresas y los mismos profesionales TI reconocen que las certificaciones, en general, son más relevantes en los niveles operativos y técnicos, donde el dominio de una tecnología o paradigma tecnológico resulta fundamental. «A nivel de puestos ejecutivos son otros los requisitos que se piden», asevera Benjamín Toselli, Presidente Ejecutivo de IT Hunter, y agrega que «por ejemplo, es deseable contar con certificaciones y/o especializaciones en aquellos cargos muy técnicos como un desarrollador .Net, J2EE o Java. También para los casos en que se requiera de conocimientos específicos en ciertas tecnologías ligadas a fabricantes como Cisco, Microsoft, SAP u Oracle, o áreas tales como CRM o ERP».
Las certificaciones son especializaciones que se adquieren una vez terminada la educación superior, lo que a juicio del ejecutivo de Kibernum, refleja una deficiencia en la formación técnico- universitaria que resulta insuficiente para insertarse en el mundo laboral en términos tecnológicos.
Si bien, en opinión de Marcelo Solari, existe una brecha técnica: las empresas demandan habilidades tecnológicas distintas a las que las universidades ofrecen, por lo que hay perfiles que se deben buscar fuera de Chile, «si a nivel país no tenemos conciencia de cuál es la demanda que tienen las compañías, cuál es la oferta que tienen las universidades, cuál es la brecha existente y cuáles son las certificaciones que apuntan a reducir esa brecha, éstas no tienen sentido», recalca.
Para el ejecutivo de IT Hunter, «se trata de brechas naturales, porque el tema tecnológico avanza mes a mes y con mucha rapidez. Es por ello que uno de los desafíos del mundo académico es actualizar permanentemente sus mallas curriculares».
Y si bien, a juicio de Roberto Barriga, Director de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de DuocUC, «históricamente la mayoría de las instituciones de educación han tendido a desarrollar sus programas un poco dando la espalda a la industria, sin incorporarla decidida y sistemáticamente en sus procesos de diseño, revisión y actualización de programas», una tendencia que se viene dando en los últimos años es que muchos de los fabricantes de tecnología están externalizando, a través de universidad o institutos, el entrenamiento de los profesionales TI. Es decir, la industria se ha ido acercando al mundo académico.
«Lo esencial, sin embargo, es que detrás de una certificación o especialización existe un proceso formal de formación; y lo relevante es contar con gente competente, con personas que permitan que una industria y un país se desarrollen sostenida y vigorosamente», concluye el directivo de DuocUC.