Wilson es un ferviente promotor de la educación informal, que asegura, a veces es poco apreciada y pasada por alto.
Daniel Wilson es director de Proyecto Zero de la U. de Harvard en EE.UU., iniciativa que ya suma 50 años y cuyo eje es fortalecer el pensamiento y la creatividad de las artes en la educación. Hoy es un referente global en el fomento de la educación, valiéndose de todo tipo de recursos para mejorar la enseñanza.
Wilson, quien visitó Chile la semana pasada en el marco del IV Congreso de Educación, accedió a hablar con La Tercera.
¿Qué tan importante es el aprendizaje informal en relación al formal que se dicta en las universidades?
La enseñanza informal es una parte vital de cómo nosotros desarrollamos nuestras habilidades y conocimientos día a día. Estudios sostienen que a lo menos 80% del conocimiento es construido de forma informal, mientras interactuamos con nuestros colegas y realizamos trabajos en el ámbito laboral. Pero, por supuesto, que también es importante el rol que tiene la enseñanza formal, en casos de objetivos, procesos y evaluaciones que se hacen externamente al alumno. Pero el aprendizaje informal es muy poco apreciado y pasado por alto.
¿Cree que este aprendizaje se puede implementar en países como Chile en un futuro?
Yo supongo que esto ya debería estar pasando en Chile. En EE.UU., por ejemplo, en los lugares donde se trabaja mucho al aire libre, se practica mucho, como la agricultura de las artes. Lo veo en ciudades donde florece la innovación, a través de espacios libres. Así que si quieren practicarlo acá en Chile, tendrían que ver cómo funciona en otras partes.
¿Qué recomendaciones se les puede hacer a los profesores para que se atrevan a cambiar la forma de evaluar a sus alumnos?
Un consejo podría ser que ellos no asuman que los estudiantes automáticamente saben cómo criticarse y entregarse feedback a ellos mismos. Los estudiantes, particularmente los universitarios, han estado sometidos a un sistema muy rígido, porque no es fácil ser crítico con tu propio aprendizaje. Una herramienta simple que hacemos en Project Zero es la llamada “Yo solía pensar… Ahora pienso…”, básicamente se le pide a los estudiantes que observen cambios en su desarrollo con el tiempo.
¿Cree que ha cambiado la forma de entender y aprender de las personas en el tiempo (entendiendo que existen más distracciones que en el pasado)?
Ciertamente en estos días de mucha tecnología, los estudiantes están enganchados de distintas maneras. Pero no estoy tan convencido de que el aprendizaje y el pensamiento hayan cambiado en estos últimos 20 años.
¿Ha mejorado la forma de educar, ahora que algunos profesores saben que existen múltiples formas de aprender y enseñar?
Como siempre estoy recorriendo el mundo, veo mucha experimentación en la pedagogía, lo cual es muy bueno. Algunos países y colegios se han empezado a cuestionar el conocimiento y el aprendizaje de sus alumnos y pienso que el siguiente paso en la educación es cultivar más la experimentación con la contextualización.
¿Cómo cree que ha evolucionado la forma de educar con el tiempo?
Depende de que tan atrás miremos. Curiosamente, muchas de las innovaciones que se han hecho con el tiempo son muy similares a como era en los orígenes de la historia, hace cientos de años atrás. En EE.UU., por ejemplo, existe una batalla entre el movimiento tradicionalista de Thorndike y lo progresista de Dewey. Pero Dewey perdió, porque no han sido tomados en cuenta. A pesar de ello, soy optimista y espero que en el futuro exista un equilibrio entre estas dos enseñanzas.
Fuente: La Tercera, Junio 2017.