Actividades prácticas facilitan el aprender inglés desde niños

Más que hacer dictados y obligar a los alumnos a memorizar palabras, conviene establecer una rutina en la que se repitan frases clave y relacionadas con el trabajo que se realiza en el aula. 

M.Cordano

Es la lengua detrás de las universidades más prestigiosas, de las publicaciones científicas más relevantes y de alguna de las transacciones económicas más grandes. Pero a pesar de la importancia que ha tomado el inglés, en Chile son pocos los estudiantes que logran certificar un conocimiento acabado de este idioma. Así lo indican los resultados del Simce de inglés entregados en 2013, cuyos datos muestran que un 18% de los alumnos de tercero medio dominan esta lengua.  último estudio de Educational Testing Service (ETS) ‘pone a Chile con un bajo nivel y una gran brecha respecto a los países desarrollados», agrega Marcelo Contreras, director ejecutivo de Seminarium Certificación, representante oficial de ETS en el país.

Preocupados ante el panorama que reflejan las cifras, hoy son variados los colegios que han empezado a introducir conceptos de inglés en sus cursos de básica. «Oficialmente se pide enseñarlo desde quinto básico, pero extraoficialmente la mayoría de los establecimientos está partiendo en 1° básico. Son tantos que el Ministerio de Educación preparó programas y material para quienes prefieren este método», explica Viviana Ortega , directora de la Escuela de Pedagogía de Inglés para Educación Básica y Media de la Universidad Mayor.

Asociaciones

Enseñar a grandes y a chicos no es lo mismo. Respecto a la enseñanza del idioma en pre básica, «no se busca que los niños aprendan a leer y a escribir en inglés en forma inmediata, como muchas veces se piensa. Se espera que se familiaricen con el lenguaje y así empiecen a veerlo como algo natural con lo que relacionarse. Para eso es importante asociarlo a cosas que ellos ya conocen, actividades que hacen en casa, cosas que tienen en su pieza, familiares con los que interactúan», explica Judy Dean.

Dean es británica y jefa adjunta de los cursos de educación básica y parvularia del British School de Barcelona , establecimiento español que sigue el currículo inglés de educación. Ahí conviven estudiantes de 42 nacionalidades, los que desde un comienzo se comunican bajo el paraguas del inglés.

Invitada por la red de colegios Pumahue-Manquecura, del grupo international Cognita, Dean visitó Chile para dictar un curso de perfeccionamiento a la enseñanza de inglés en menores. En esa instancia, se reforzó la idea de que copiar materia y obligar a los alumnos a aprender palabras -siguiendo la lógica del dictado- poco ayuda a que realmente se interiorice el idioma.

«Lo que se necesita es repetir frases clave que se relacionen con lo que sienten y hacen en el día. Reforzar en inglés preguntas como si pueden ir al baño, conceptos como el de tener hambre o sed, además de acciones como ordenar. Son cosas que se dicen todos los días en las aulas de prebásica y básica».

Así, mientras algo está sucediendo y los alumnos lo están viviendo, se sugiere que la profesora se encargue de destacar esta acción en inglés.

Otra buena idea es apoyarse en imágenes, canciones, rimas y manualidades. «Se puede pedir a los a los niños que creen una casa de cartón y mientras esta se arma , que nombren las distintas partes que la componen, todo en inglés. Así se aprende en forma entretenida y se crean conceptos más visuales de la materia, indica Dean.

Esta era la idea detrás de la actividad que muchas veces realizó Viviana Ortega y que consistía en pedir a sus alumnos que dibujaran un mostruo: más tarde tenían que nombrar el número de ojos que tenía, el color de las muchas manos que se le agregaban y de las distintas formas geométricas que decoraban su cuerpo.

«Todo en inglés. También es muy útil jugar memorice y pedirles que vayan diciendo el nombre de lo que va saliendo» indica la académica, quien es enfática en destacar la capacidad de aprender que se tiene antes de los seis años.

«Hay una revolución de conexiones neuronales. Y el aprendizaje de una segunda lengua colabora en la aceleración de ese proceso», dice.

Déficit de profesores

«Por muy chicos que sean los alumnos, para enseñar una segunda lengua a otros se requiere de cierto nivel de competencia en el idioma», enfatiza Judy Dean.

Marcelo Contreras, director ejecutivo de Seminarium Certificación concuerda, pero advierte que esta es una de las grandes dificultades que enfrenta el país. «Hay una gran problemática, que es el déficit de profesores de inglés, lo que hace que sea cada vez más difícil implementar de manera efectiva y desde prebásica, programas de inglés en los colegios».

Por esta misma razón, en muchos establecimientos sucede que docentes que enseñan inglés corresponden a profesores de otras disciplinas, los que claramente no cuentan con el nivel necesario para enseñar esta lengua, lo mismo con la metodología», agrega Contreras.